De vez en cuando ocurre que, un cliente, deja de pagarte. Quizás le hayas fraccionado el pago de un curso, o el de un servicio. Te ha pagado las primeras cuotas y, de repente, desaparecen los ingresos.
Averiguar el motivo y reclamarle que te abone lo que te debe suele resultar, en muchas ocasiones, incómodo y/o violento. Y si ha sido por un problema puntual, tira que va, pero si es porque lo ha hecho queriendo ya tienes que entrar en un proceso un poquito más extenso.
Preparar correos y/o cartas ofreciéndole métodos de pago, hacer un seguimiento de sus respuestas, negociar un acuerdo nuevo o, como última instancia, recurrir a un abogado para poner una demanda, son tareas que puedo hacer por ti.